jueves, 27 de marzo de 2008

Belarminio Ramírez

Por: Rolando J. Contreras

Nace un 2 de febrero del año 1921, en una comunidad llamada la Calaberna de Jánico y terminó en Jarabacoa el 18 de febrero de 1996. Nace en una familia estable y de muy buena reputación. De padre agricultor y comerciante, muy serio, trabajador y muy bien posesionado para su entorno. Su nombre era Luis Ramírez, un hombre de trabajo, muy serio y de nobles principios. Su madre Sixta Núñez, una mujer muy del hogar, bondadosa y religiosa.

Desde muy temprana edad Belarminio tuvo que trabajar duramente. Como niño tuvo que hacer las labores caseras de una casa campestre y luego creditó, dedicarse a la agricultura. Podemos decir que fue precoz para el trabajo. No tuvo niñez para el juego, el maroteo o para la pandilla su papa era muy rígido y su única bandera era la seriedad y el trabajo. Naturalmente que eso le ayudara mucho a su maduración, a una vida recia y a saber enfrentar las dificultades. Por supuesto que le faltaran otros elementos de complementación de su personalidad, que le limitaran y le harán sufrir, pero que ira superando por su capacidad de reflexionar.

Inicia su negocio del café en el año 1943, el cual es uno de los negocios de café más modernos actualmente en la Republica Dominicana. Tuvo pequeños inicios y muchos tropiezos pero con dedicación y esfuerzo logro salir a adelante y creó un futuro prospero para su familia y para el pueblo de Jarabacoa el cual actualmente es un imperio del café conocido tanto en el ámbito nacional como también en el internacional. Y es por eso que personas humildes sin dinero y sin un futuro prospero pueden llegar a ser mas que prosperas con esfuerzo, empeño y dedicación. Por lo que para el pueblo de Jarabacoa Belarminio Ramírez es mas que un líder, es un ejemplo a seguir, no solo para los jóvenes pero al igual para los mayores. Diciendo esto no solo me refiero a los habitantes del pueblo de Jarabacoa, porque esto es un ejemplo para el que desea algo mejor y esta dispuesto a pelar, trabajar y sacrificarse por ello.